Remoje la gelatina en agua fría durante 10 minutos. Póngala en una cacerola junto con el agua y la glucosa y caliente sin hervir (solo se necesita disolver la gelatina).
Tamice el azúcar glas en un tazón y vierta sobre el azúcar glas la mezcla caliente y la glicerina. Comience a trabajar con una cuchara y termine de amasar con las manos
Es normal que la mezcla sea pegajosa porque los ingredientes tienen que mezclarse. Déjelo reposar en una bolsa de plástico a temperatura ambiente durante un día.
Tome la masa nuevamente y trabájela sobre una superficie ligeramente rociada con azúcar glas. Si es necesario, pero no debería ser necesario, agregue un poco de azúcar hasta que la masa esté firme y suave.
Su pasta de azúcar está lista, puede colorearla con colorante para alimentos en gel o en forma de polvo. Úselos poco a poco para evitar crear colores demasiado brillantes.
Si lo prefiere, puede reemplazar la glucosa con el mismo peso de miel. La glicerina hace que la masa sea más sedosa, puede encontrarla en una farmacia o en tiendas de pastelería, si lo desea puede omitirla o reemplazarla con 5/6 g de mantequilla a temperatura ambiente. Puede almacenar la pasta de azúcar en una bolsa de plástico bien cerrada, para que no se seque al contacto con el aire