Hierva el agua, la mantequilla y la sal en una cacerola pequeña.
2
Cuando empiezan a hervir saca la cacerola del fuego y agregue la harina tamizada de una vez y mezcle con un batidor.
3
luego vuelva a poner la cacerola al fuego y cocine revolviendo con una cuchara de madera para secar la mezcla, cuando escuche que haga burbujas apaga.
4
Vierta la mezcla y déjala enfriar sobre una superficie plana. Utiliza la batidora planetaria con un batidor (o una batidora eléctrica) e incorpora los huevos, uno a la vez.
5
Continúe trabajando hasta obtener un compuesto homogéneo y pegajoso.
6
Transfiérelo a una manga de pastelería con una boquilla lisa de 15 mm y forme muchas bolitas pequeñas sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, teniendo cuidado de espaciarlas adecuadamente.
7
Cocínelos en un horno precalentado a 180 ° hasta que estén ligeramente coloreado durante unos 25-30 minutos. Déjelos secar más en el horno por otros 10 minutos con la puerta medio abierta, luego déjelos enfriar a temperatura ambiente.
8
En una cacerola, mezcle las yemas de huevo con el azúcar, usando un batidor.
9
Poco a poco agregue la harina, revolviendo constantemente hasta que la mezcla sea homogénea. Vierta poco a poco la leche con la vainilla y un poco de cáscara de limón rallada.
10
Coloque en el fuego y continúe revolviendo, cocine a fuego lento durante 3-4 minutos. Vierta la crema en un recipiente y cúbrala con la película (en contacto con la crema). Déjala enfriar.
11
Transfiera la crema a una manga de pastelería con una boquilla estrecha y utilícela para rellenar los choux cortándolos en 3/4 para quitar la tapa, o haciendo un pequeño agujero en la parte inferior.